jueves, 30 de mayo de 2013

Todo y nada

No quieres hacer nada y, sin embargo, quieres hacer de todo. Todo, justamente todo lo que no tenga que ver con eso. Eso, ¿qué es eso? Nada. Todo y nada.
Tal vez sea nada y eso es todo. Tal vez no hacemos nada y, sin embargo, lo hacemos todo. Todo lo imprescindible, lo idóneo, lo correcto... Lo que acompaña al momento, lo justo y necesario. Pero, a lo mejor eso, es nada. Todo y nada. Nos machacamos preguntándonos: "¿Todo?, ¿para qué?" Y nosotros mismos nos contestamos: "Para nada".
De cada instante, cada momento y cada acción, ya sea buena o mala, sacamos algo. En muchos casos, es bueno en todos los sentidos; en otros tantos, únicamente en el hecho de sacar de ello una enseñanza, un poquito más de historia, de madurez, de vivencia, de experiencia. Nos empeñamos en mirar hacia lo malo, en ser, siempre, pesimistas e inconformistas. No pensamos en que detrás de cada lágrima, vienen ciento una sonrisas y que detrás de cada zancada de tristeza, vienen mil saltos de alegría.
En muchísimas ocasiones nos dedicamos a quejarnos y quejarnos, a ver todo del lado fatal. Entonces, en ese momento, justo ahí: la vida deja de tener sentido. Porque sí, la vida, ese espacio entre la nada y el sol, se basa en eso: en tener momentos de sufrimiento para que llegue el día en el que ya no tengamos que sentirlo. Se basa en estar tristes de vez en cuando, para valorar cualquier mínima razón que tengamos para sonreír. También, en llorar de tristeza, para hacerlo aún más de alegría. En sentarnos a ratos, para estar con fuerza a la hora de levantarnos y brincar; en aprender para poder enseñar; en reír para poder llorar; en correr para poder descansar; en necesitar para poder valorar... En amar para poder lograr la plena felicidad. Quedarnos con todo lo que nos haga felices, nada que nos haga sufrir.
Y todo, va acompañado de nada.

jueves, 23 de mayo de 2013

Bonita

A continuación, le quiero dedicar unas palabras de agradecimiento a un pequeño ser que alegró nuestros días en su momento...


Llegó la mañana del 6 de enero de 2012. Un día en el que, en casa, reinaba la alegría y no faltaba una sonrisa. Durante un pequeño gran tiempo nos regaló miles de momentos risueños. Un año y cinco meses exactos en los que llenó nuestro hogar de una felicidad diferente a la que ya conocíamos: su felicidad. En la que sus tonos y colores verdes claros y oscuros, naranjas, azules y rojos iluminaban cada habitación, cada rincón. Miles de anécdotas a su lado. Sus curiosos sonidos, sus pitidos agitadores, sus cantos...
Pequeña ave Fénix, mi pequeña ave Fénix. Volaste y nos dejaste. Tomaste un nuevo rumbo. No sabemos, ni sabremos qué te deparará el camino que cogiste. No sabemos qué dirección siguieron tus alas, tus abiertas, pequeñas y lindas alas...
... Hoy, Fénix, te doy las gracias por esos momentos que nos hiciste pasar, por dejarte cuidar, por las noches volando por casa en las que te observábamos atónitos, los apuntes que me picoteaste, las caricias que me permitiste darte. Gracias, gracias por dejarte querer, bonita.

jueves, 16 de mayo de 2013

Un bonito final


Solo me gusta pasear si tu cuerpo me acompaña 
solo me gusta descansar, solo cuando tu me abrazas 
y caminando por todo tu cuerpo 
mirando la mirada que hay en ti 
ya la hecho de menos, ya la hecho de menos... 

Y ya no sé dónde estará, no sé si viene o si van 
a mí esta espera se me hace mala, mala, mala 
por aquí sigue todo igual lo único es que tu no estas 
y tu ausencia ya se nota, ya se nota, ya se nota... 

Por eso vida mía, te escribo todos los días 
te escribo desde lejos pero te siento cerca 
hoy te deje media poesía pa' ver lo que pondría 
seguro que un bonito final, seguro que un bonito final. 

Contigo podría volar cogiditos de la mano 
contigo el miedo se me va le gana la alegría 
es algo que se mete por mi cuerpo y no lo puedo controlar 
parece veneno, veneno que tu me das. 

Y ya no sé dónde estará, no sé si viene o si van 
a mí esta espera se me hace mala, mala, mala 
por aquí sigue todo igual lo único es que tu no estas 
y tu ausencia ya se nota, ya se nota, ya se nota... 

Por eso vida mía, te escribo todos los días 
te escribo desde lejos pero te siento cerca 
hoy te deje media poesía pa' ver lo que pondría 
seguro que un bonito final, seguro que un bonito final. 

Hoy no sé quién soy



"... Y este invierno es frío y el agua de mi cuerpo se está haciendo hielo"