jueves, 23 de mayo de 2013

Bonita

A continuación, le quiero dedicar unas palabras de agradecimiento a un pequeño ser que alegró nuestros días en su momento...


Llegó la mañana del 6 de enero de 2012. Un día en el que, en casa, reinaba la alegría y no faltaba una sonrisa. Durante un pequeño gran tiempo nos regaló miles de momentos risueños. Un año y cinco meses exactos en los que llenó nuestro hogar de una felicidad diferente a la que ya conocíamos: su felicidad. En la que sus tonos y colores verdes claros y oscuros, naranjas, azules y rojos iluminaban cada habitación, cada rincón. Miles de anécdotas a su lado. Sus curiosos sonidos, sus pitidos agitadores, sus cantos...
Pequeña ave Fénix, mi pequeña ave Fénix. Volaste y nos dejaste. Tomaste un nuevo rumbo. No sabemos, ni sabremos qué te deparará el camino que cogiste. No sabemos qué dirección siguieron tus alas, tus abiertas, pequeñas y lindas alas...
... Hoy, Fénix, te doy las gracias por esos momentos que nos hiciste pasar, por dejarte cuidar, por las noches volando por casa en las que te observábamos atónitos, los apuntes que me picoteaste, las caricias que me permitiste darte. Gracias, gracias por dejarte querer, bonita.

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