sábado, 27 de abril de 2013

A las puertas del cielo me encuentro sin llaves

Tras un pasado oscuro en busca de una salida, encerrada en aquellas cuatro paredes que no me dejaban divisar más allá, me preguntaba cómo sería el suelo por el que pisaban los demás. Miles de ideas revoloteaban por mi cabeza como pregunta sin respuesta. No sabía cómo sería aquello, pero tenía claro que quería averiguarlo. Imaginaba día tras día algo más sobre esa realidad de afuera. A pesar de todo, sentía que el cielo me transmitía la tranquilidad que necesitaba dentro de esa incertidumbre que me reconcomía por dentro. Me mostraba la verdad y me satisfacía pensar que poco a poco, aunque solo fuera en mi imaginación, me conducía a la realidad, esa que lograría, algún día, disfrutar.
Yo sólo era una muchacha que admiraba la vida por el simple hecho de no haber podido vivirla aún. Una muchacha que soñaba con el día en el que saldría de esa habitación que me asfixiaba, el día en el que al fin vería la vida apartada de esa pequeña gran ventana que me limitaba.
Ese día llegó y sólo entonces, me di cuenta de que a las puertas del cielo me encontraba sin llaves...

martes, 23 de abril de 2013

Sonreía

Sonreía. Veía como poco a poco todo se desvanecía: una nube gris cubría el cielo estrellado en silencio; el viento, fiero; ni luna, ni sol, ni un mínimo resplandor; ni un alma... Pero ella sonreía.
No alzaba la vista, no hablaba. Era como si oyera, pero no escuchara; como si viera, 
pero no observara. Sólo se trataba de una pequeña que se encontraba en un sueño despierta, refugiada en su inocencia. Soñaba con ese mundo en el que había vivido sus ocho años atrás, un bonito mundo: su mundo.
Mientras tanto, la Tierra se estaba revelando mostrando su otro lado. Todo lo que él había hecho bien estaba desapareciendo y, al mismo tiempo, las atrocidades que había labrado poco a poco y con una fuerza inexplicable se volvían en su contra. 
¿Cómo? ¿En qué momento? ¿Por qué? Un mar de preguntas sin respuesta revoloteaban por su cabeza. No caía en la cuenta de las cosas que había hecho tiempo atrás y tampoco pensó en las consecuencias que esto ocasionaría. Mientras, ella, sonreía metida en su sueño, su dulce sueño…
El mundo se convertía en un papel con solo garabatos, pequeños garabatos que iban transformando todo en algo extraño, difícil de comprender. Todo estaba cambiando, ya había cambiado. Se había vuelto feo, triste… con apariencia amargada, desolada. Ya no era ese suelo por el que pisaban, un suelo firme, rígido, limpio. Se había convertido en todo lo contrario: inestable e incómodo. ¿Dónde había quedado su realidad?
Venganza, eso era lo que se mostraba. Por todo y más: el mundo había dejado de ser mundo.
Despertó, y esa pequeña sonrisa, se borró.

sábado, 13 de abril de 2013

¡Guau, qué viaje!

Pero de repente ocurre, ocurre que ya tu casa no es lo que era, tu hogar, ya no es el hogar que siempre fue, ya dejó de ser un hogar. Y piensas cuándo fue que pasó, cuándo cambió todo. No encuentras respuestas. Te preguntas por qué, cómo, pero no... Sigues sin la respuesta a un mar de preguntas. Y es que, normalmente la familia lo es todo, quienes están ahí y creemos que no nos fallarán. Es por eso que cuando todo da un giro de 180 º, nos desconcertamos.
Preguntémonos, preguntémonos el por qué un padre maltrata a sus hijos, a su esposa, o viceversa. Preguntémonos qué ganamos y reflexionemos en lo que perdemos. ¿De verdad vale la pena hacerlo? ¿Merece la pena hacer sufrir a tu familia, verla perder la sonrisa poco a poco?
Un tema el cual tratar y valorar en muchos aspectos, un tema del que hablar "largo y tendido".
Valoraríamos y calificaríamos a estas personas con miles de adjetivos despectivos, pero no es la cuestión. La cuestión es la felicidad, no robarla y desarmarla como un folio en puros tachones. Se trata de hacer ver a las familias que la vida es una sonrisa y no, no eso a lo que muchos están sometidos. Se trata de hacerles ver lo bonito que se siente haciendo felices a aquellos a los que queremos y a los que no, también. Se trata de buscar la felicidad, que el maltrato no es el camino idóneo para encontrarla. Porque la vida se basa en eso: en reír sin darte cuenta, en soñar despierta. Ojalá consigamos que todos, poco a poco, entremos en casa con una sonrisa y no con ese miedo que todos podríamos llegar a sufrir. Irnos de aquí, con una copa de vino en una mano, chocolate en la otra, derrapando y gritando: ¡Guau, qué viaje! 

lunes, 8 de abril de 2013

¿Por qué no aprender de todo con todos?

Y es que a lo largo del tiempo hemos convivido con una sociedad racista en su mayoría, por eso muchos de nosotros compartimos esa ideología de: "racista no, ordenado". ¿Y acaso no es lo mismo? ¿Sonará mejor? Pues no, es despectivo, sucio e ignorante. Y ahora muchos se estarán preguntando: ¿Ignorante? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? A continuación, responderé a esa pregunta: no nos damos cuenta de lo importante y bueno que es relacionarnos, convivir y aceptarnos con gente de otro tono de piel, otro idioma, con diferente aspecto y de otras culturas. De lo mucho que podemos aprender de ellos, ampliar nuestros conocimientos e intereses y que, a su vez, estos puedan conocernos a nosotros también,con nuestros gustos, tradiciones... De ahí ignorantes. Porque podremos reírnos por su forma de vestir tal vez diferente a la nuestra, por su acento, su aspecto. Pero, ¿por qué no pensamos qué es lo que realmente nos hace gracia? Y también responderé a eso: por el simple hecho de no querer darnos cuenta de que no existe ningún tipo de chiste que los rodee: nuestras burlas crecen de la nada. Y tampoco pensamos en todo lo que esto puede ocasionar, cómo les, y nos puede perjudicar. ¡De ahí ignorantes!

¡Despierta!

Y comprendí que sólo se trataba de un sueño, que luego me esperaba una realidad, un maldito mundo, tan extraño como absurdo, cual se empeña en andar siempre al revés.
Y esa es la ventaja de los sueños, que podemos elevar nuestra imaginación y sobrevolar el suelo por el que realmente nos gustaría andar: esa es la verdad. Pero despertamos, y nos preguntamos el porqué de la situación, cómo nos empeñamos a diario en complicarlo todo, siendo mucho más fácil colaborando juntos por un mundo mejor.
Y es que, crecimos contemplando esta situación, donde cada vez todo va a peor y nos acostumbramos a este tipo de atrocidades actuales, sin hacer nada por remediarlas o como mínimo, mejorarlas. Somos conscientes de que no existe o no puede existir eso de "un mundo perfecto", pero... Queremos, podemos.

Eu te amo

Quienes dicen "te amo" sin pensarlo, sin caer en las consecuencias, en las puertas que este cierra o que abre,  en la seriedad, en el daño, en el sentimiento que le puede ocasionar al otro, en la importancia que le damos unos u otros...
Hoy en día, parte de la juventud no es consciente de lo que dice o hace y en muchas ocasiones esto nos lleva a resultados fatales; somos jóvenes y personas, pero que eso no se convierta en una excusa para equivocarnos y equivocarnos... Y, esto se ha convertido en un día a día en nuestra sociedad. Pero ahora, ¿de verdad sentimos lo que decimos? Te amo.
... Todo llega y muchas veces sin darte apenas cuenta.
Llega esa persona, ese día, ese momento, ese preciso instante en el que las cosas cambian, en el que se rompen tus esquemas y lo sabes, sabes que ya nada volverá a ser como antes.
Te encierras e intentas no pensar, no caer en la realidad... Pero, se aproxima ese momento en el que ya no puedes ocultarlo más, ya no tienes dudas: sucedió.
Y es que, es precioso. Implica plenitud y poco a poco labra tu día a día. Es buscar un lugar donde escuchar su voz, compartir un mundo entre dos.
A continuación, llegó el momento de plantearse qué habíamos estado haciendo hasta ahora: nos damos cuenta de que tiempo atrás habíamos hablado en vano, sin pensarlo...